19 de marzo de 2014

Chile ¿A las puertas del desarrollo?

En diversas ocasiones he escuchado esta aseveración u otras similares"estamos a un paso de alcanzar el desarrollo"; "nunca habíamos estado tan cerca de alcanzar el desarrollo" etc. etc. ¿Es esto realmente así?.

Pareciera que algunos signos y situaciones nos muestran que verdaderamente nos acercamos a paso firme a este anhelado desarrollo.

Nuestra economía es elogiada en diversos foros internacionales por su estabilidad, tenemos una baja cesantía, la inflación relativamente controlada, los chilenos de a pie tenemos acceso a bienes y servicios que nuestros padres ni siquiera soñaron, cuando recorremos algunas comunas de Santiago observamos monumentales edificios, vamos a enormes mall donde se observan marcas del primer mundo , el parque automotriz crece constantemente, y podría seguir enumerando muchos signos más de este pretendido pretendido desarrollo  ad portas. Sin embargo, hay otras situaciones que contrastan con esa visión, y que sin caer en el extremo de pensar que este país no ha avanzado nada, que está al borde del precipicio, nos muestran claramente que el desarrollo que tanto ansiamos está bastante más lejos de lo que se cree.

Entre estas situaciones están las siguientes:


  1. Somos unos de los países con más desigualdad en el mundo. Y las desigualdades cuando no se compensan pueden llevar a situaciones  sociales bastante complejas.
  2. Nuestro sistema educacional deja bastante que desear, por no decir que es malo de frentón. Y no me refiero a la educación pública municipalizada ,tan vilipendiada en los últimos tiempos, sino a todo el sistema. Ni siquiera en el sector de más altos ingresos la educación es de buena calidad. Cuando nuestros alumnos de colegios top son evaluados a nivel internacional quedan en una situación bastante desmedrada.
  3. Como país no hemos superado las rupturas del pasado. A pesar de las declaraciones y de los mea culpa, todavía seguimos enfrascados en una disputa de 40 años atrás. Seguimos fuertemente divididos. Y esa división perdura a través de las generaciones que no vivieron esa crisis.
  4. Seguimos dependiendo de la exportación de bienes sin mayor valor agregado. Y aunque digan lo contrario , el cobre sigue siendo el barómetro de nuestra estabilidad o inestabilidad. la pretendida diversificación de nuestra economía no es más que una frase. Si el precio del cobre sigue cayendo ,y esa tendencia se mantiene durante mucho tiempo, adiós estabilidad, adiós equilibrio fiscal.
Las anteriores son sólo algunas de las situaciones  nos indican, que a pesar de lo que nosotros deseemos la meta del desarrollo está aún muy lejana.

Tenemos que ser realistas sin caer en el pesimismo y asumir que aún somos un país subdesarrollado. Que el desarrollo requiere más ingenio, más esfuerzo (pero de todos y no los de siempre).

Y nosotros los más viejos debemos hacernos a la idea que vamos a morir en un país bastante mejor que aquel en  que nacimos, pero no veremos la tierra prometida.




No hay comentarios:

Publicar un comentario